Vuelve una de las sagas más ridículas del cine dispuesta a vender más palomitas que entradas. No, no me refiero a la siguiente entrega de las siempre delirantes películas de Resident Evil, que tampoco que falta mucho, si no a una saga que daba por abandonada. El retorno de Underworld es una de estas cosas que me las tengo que explicar como operaciones de blanqueo de dinero o si no me es imposible entenderlas. Vuelve Kate Beckinsale y vuelve el abuso de la corrección de color en una película azul y triste como ella sola. La batalla definitiva está a punto de comenzar una vez más, una característica compartida con los innumerables partidos del siglo y la protagonista es imprescindible para librarla debido a que unas movidas y... en fin, que no. No me cabe en la cabeza que alguien tenga ganas de verla después de ver el tráiler, pero eh, hay gente para todo.
Los estrenos vienen variados en todos los aspectos este fin de semana lo que incluye Juego de Armas, Gernika y El Principito.