Cinco años después de Pozos de Ambición, el director y guionista Paul Thomas Anderson se embarca en una película extraña y elusiva. Una historia débil y anecdótica protagonizada por personajes poderosos e interesantes. Dentro de su irregularidad es una película tremendamente interesante que tenía ganas de ver, pero lamentablemente se desinfla minuto a minuto, tornándose simplemente cansina en su segunda mitad.