Django Desencadenado, la más reciente película de Tarantino, aunque pueda resultar extraño para unos o una obviedad para otros, es una película que entra por los ojos. Un spaghetti western con clara conciencia de serlo, en el que Tarantino se aleja ligeramente de la complacencia mostrada en Death Proof, llevando a cabo una película que sin dejar de ser muy suya, no está hecha solo para él y sus incondicionales.