Zascandileando 142-Taboo

Esta semana la dedicamos a la primera temporada de Taboo. 8 capítulos en los que hemos asistido a la historia del portentoso pulso que James Keziah Delaney (soberbiamente interpretado por Tom Hardy) mantiene con la Compañia de las Indias Orientales dirigida por Sir Stuart Strange (otro sobresaliente Jonathan Pryce), la Corona Británica y la red de espías estadounidense en Londres a principios del siglo XIX. Una serie hosca, sucia y violenta con personajes rotos en todos los bandos, que no obstante nunca se pasa de frenada. La ambientación, las interpretaciones, los guiones, la coherencia de la trama y el progresivo desarrollo de los acontecimientos hace de esta serie una de las grandes. Quizá no es para todo el mundo dada su ambientación y tono al límite de lo deprimente y su meticuloso desarrollo en el que importa tanto lo que se dice y se ve como lo que ni se ve ni se dice, pero a nosotros nos ha encantado.

Zascandileando #138

La semana no se nos ha dado mal, la verdad. Comenzamos charlando sobre Tren a Busan, película coreana de zombies que tiene merecida la buena fama que se está labrando. La cinta cuenta las peripecias de los pasajeros y tripulación de un tren cuando estalla un apocalipsis zombie. Imaginativas situaciones, personajes arquetípicos pero queribles, muy buen ritmo y poquitas concesiones. Nos ha gustado mucho. No podemos ser tan agradables con Morgan, ciencia-ficción sobre creación de vida artificial que estropea su premisa siendo demasiado dispersa en sus temas, presentando situaciones poco originales y teniendo una resolución de esas que las ves a kilómetros. Y acabamos comentando lo mucho que nos han gustado los dos primeros capítulos de Taboo. Serie protagonizada por Tom Hardy (le acompañan nombres como Jonathan Pryce y Oona Chaplin) en la que nuestro hosco protagonista reclama una herencia que le llevará a enfrentarse a la poderosa Compañía de las Indias Orientales. La ambientación es uno de sus puntos fuertes, retratando una Londres de principios del XIX turbia y bastante opresiva y decadente, pero sin resultar deprimente. Unos personajes de una pieza, bien definidos y mejor interpretados, convierten en interesante casi cualquier cosa que nos quieran contar. La estamos siguiendo con creciente interés y gozo.