Zascandileando #203

Teníamos una cuenta pendiente con She-Ra and the Princesses of Power, porque es una serie que nos encanta y de la que no hemos hablado hasta ahora, finalizada ya su tercera temporada. Es todo lo que la chavalada (y la no chavalada como nosotros) puede querer de una serie de aventuras fantásticas: Tiene un estilo visual encantador, un sentido del humor desternillante, trata los temas clásicos pero no se arruga al introducirlos con algún pequeño giro... She-Ra lo peta, vaya. Luego hablamos de la tercera y última temporada de Jessica Jones, que es muy sólida y mantiene el nivel toda la temporada, pero queda patente que ha agotado sus temas principales. Algunos bandazos de los personajes siguen molestando bastante y el cierre de temporada no es un cierre de serie ideal. Y acabamos la tripleta Netflix con la tercera de Stranger Things. Que sigue con los mismos puntos fuertes y débiles que desde el principio. Creemos que también está agotando sus temas y maneras de tratarlos y aunque siempre es disfrutable y algunos personajes nos encantan (Team Steve forever), va necesitando algunos revulsivos.

Zascandileando #168-Stranger Things 2

La segunda temporada de Stranger Things viene a demostrar que no es necesario un derroche de imaginación para mantener a los espectadores pegados a la pantalla. Argumentalmente continuista y a ratos hasta plagiadora de sí misma, lo cierto es que son los personajes, sus relaciones y su evolución los que marcan el interés de la serie. Nos esperan muchas menos sorpresas esta temporada. Pero a cambio obtenemos un retrato de personajes mucho más completo y unas interacciones entre ellos de lo más coherentes y al tiempo inesperadas y divertidas. Todo ello arropado por la confortable atmósfera falso-ochentera que hace que te sientas en casa desde el minuto 1.

Zascandileando #123

En el apartado cine, Calle Cloverfield 10 nos trae una película tensa, interesante y bien interpretada lastrada por un par de clichés de la trama y sobre todo su vergonzante final. Mientras tanto, La Verdad Duele resulta ser una obra tan terriblemente correcta y carente de un foco específico que es tan fácil de recomendar como de olvidar. En lo que a series se refiere nos hemos visto Stranger Things del tirón, algo raro en nuestro caso. El envoltorio es nostalgia sobre una época ficticia que realmente no existió, pero la serie tiene entidad real más allá de las simples apariencias.