Tras un título innecesariamente largo se esconde un gracioso juego de puzles, disponible tanto en móviles como en Steam. Con una mecánica clásica de juntar tres o más pedruscos del mismo color, vista en múltiples juegos del tipo, Marvel Puzzle Quest no presenta nada nuevo (sobre todo teniendo en cuenta que hay otros Puzzle Quest previos multiplataforma). El atractivo de dichos juegos viene también por la progresión de tus personajes y las habilidades que ganan, disponibles para usar cuando juntas un determinado número de pedruscos de colores. Es divertido, pero dado que es f2p y además para móviles, tiene mecánicas relacionadas con cómo se curan tus héroes, atadas a que no puedas estar jugando mucho tiempo seguido salvo que saques la cartera. Recomiendo probarlo a cualquiera que le guste este rollo, dado que... bueno, es gratis. Aunque no son demasiado pesados con el "danos dinero", se le nota el modelo de pago, lo cual es bastante molesto. Una pena.
Lo sé, lo sé. Pudiendo hablar del teaser de la última de Nolan o de Al Filo del Mañana con Tom Cruise como cabeza de cartel, voy y pongo el tráiler de Godzilla. Pero es que el cine tiene una deuda pendiente con ese gigantesco monstruo después de las insufribles películas en blanco y negro, las de serie B y la nefasta película de Matthew Broderick y Jean Reno. Pero hay mucho que seguir con interés en esta nueva versión. Por un lado tendremos la confirmación de si los monstruos gigantes están de moda o Pacific Rim fue la excepción. Por otro lado, podremos ver en pantalla grande a Bryan Cranston, que acabado su periplo en Breaking Bad podría dar el salto al cine con ciertas garantías. Y además podremos ver juntos a Aaron Taylor-Johnson y Elisabeth Olsen, los futuros Mercurio y Bruja Escarlata en la secuela de Los Vengadores. Y al margen de todo esto... Joder, un monstruo grande destructor de ciudades. En toda su gloria digital, con toneladas de dinero dedicadas a efectones especiales y la misma historia cataclísmica de siempre porque, si no está roto, para qué arreglarlo.
En los estrenos de la semana, películas que no me interesan. A patadas. Como curiosidad, la versión que ha rodado Joss Whedon de Mucho Ruido y Pocas Nueces con algunas caras recurrentes del director como Nathan Fillion o Clark Gregg. Pero por encima de todas las cosas, esta semana trae una advertencia: Decid no a Believe, un documental sobre la vida de Justin Bieber. En serio, decid NO.
Enésima vuelta de tuerca al mito de Drácula, en este caso con Jonathan Rhys Meyers encarnando al enigmático y carismático personaje en el Londres victoriano. La serie presenta hechuras de gran superproducción televisiva, con ambientación, decorados y vestuario muy cuidados, pero no parece haber puesto el mismo fuste en pensarse bien qué quiere contar y cómo. Porque una vez más tenemos la esperable historia de venganza entreverada con la inevitable historia de amor, todo contado en un tono que no queda claro si aspira al drama con toques de acción, al thriller regulero sobrenatural o lo que parece ser tras el primer capítulo: un no me decido que no acaba de satisfacer. Aunque al menos logra intrigar, eso se lo concedo. Con otra factura técnica y otro protagonista se iría a la lista de los descartes inmediatos. Con los mimbres que tiene y siendo solo diez capítulos... quizá la vea entera si no me rompe demasiado las bolas por el camino.
Por mucho que no me guste Channing Tatum, dado que me parece un cacho de carne, me gusta la ciencia ficción. Me encanta la ciencia ficción. Y eso nos traen los hermanos Wachowski en Jupiter Ascending, y por eso son bienvenidos. En un tono de space opera, Mila Kunis está destinada a ser la siguiente líder del universo, así que la actual reina desea matarla. Blancanieves en el espacio, con naves que parecen el decimoquinto ángel de Evangelion, pero oye. Ya es mala hostia que el protagonista que tiene que salvarla sea Channing Tatum, pero bueno. Con la esperanza de que Sean Bean sobreviva (no) y que no esté mal (ojalá) yo apoyo esta película. Y a Mila Kunis. Sobre todo a Mila Kunis.
Los estrenos de esta semana nos traen 12 años de esclavitud y su reparto superloco que incluye a Brad Pitt y Michael Fassbender entre otros, el biopic francamente prescindible de Diana de Gales con Naomi Watts y mi elección de la semana: El Hobbit: La Venganza Desolación de Smaug, para casi tres horas de aventura colorista.
No, no es un nuevo paradigma para los Mario. No es Super Mario Bros. 3, ni Super Mario 64, ni Super Mario Galaxy. Pero que me aspen si no es el Mario más integrador, el Mario más destilado que me he echado a la cara. Tiene todo lo que uno puede esperar y desear de un juego de Mario: control exquisito; niveles variados e imaginativos con un montón de secretos; disfraces y objetos especiales a tutiplén y el feeling inconfundible de amabilidad y colorido propio del barrigudo fontanero. Pero además aúna algunas de las virtudes y características de sus predecesores: Del Mario 2 toma prestados los 4 personajes diferentes con habilidades propias; del Mario 3 la fiesta de los disfraces y potenciadores (con muchos, muchísimos nuevos que añadir a la colección, destacando el disfraz de gato, un instant classic) y la capacidad de asombrar a cada paso; del Mario World la sensación de un mapeado grande que explorar; del Galaxy 2 hereda el no tener dos pantallas iguales; del Mario Bros. Wii el multijugador; del 3D Land el equilibrio casi perfecto entre un mundo 3D y un diseño de niveles cuidado al máximo para que se juegue tan cómoda e intuitivamente como un Mario 2D. ¿Significa eso que no es más que un compendio de ideas viejas con un lavado de cara? Rotundamente no. Super Mario 3D World además de ser tan divertido y familiar en su jugabilidad como se espera de un Mario, cuenta con nuevas mecánicas, nuevos potenciadores y disfraces, nuevas mecánicas de juego y nuevos niveles diseñados a semejanza de los mejores manjares culinarios: Cada pantalla es una deliciosa y pequeña muestra de virtuosismo que siempre satisface, pero siempre deja con ganas de más.
Nada más empezar a ver el tráiler, no he podido evitar acordarme de la excelente Splice y de cómo la estructura de la trama de The Machine parece ser similar. Si allí se trataba de un experimento biológico, aquí estamos hablando de una robot. Creación humana, tal vez demasiado cercana a los humanos que la crean y el conflicto que de ahí surge. Nada nuevo vaya, pero parece estar contada con un mínimo de ganas. Eso y que me hace gracia ver a la normalmente adorable Caity Lotz hacer de robot psicópata, pero bueno, no creo que sea solo yo.
En la semana del remake que nos espera, tenemos la interesante Carrie por un lado, con su reparto más que solvente, y la aparentemente flojísima Oldboy, por mucho cariño que le tenga a Josh Brolin. En caso de que no apetezca algo nuevo-pero-viejo, siempre se puede recurrir a las palomitas y ver algo viejo-pero-nuevo: la palomitera Plan de Escape de la que hablamos la semana pasada.
En esto que van dos actores conocidos por sus pelis de acción de los 80 y se juntan un porrón de años después para protagonizar un filme de estas de fugarse de la cárcel. Muy a lo vieja escuela. Con peleas para distraer, peleas por error y peleas porque sí. Y lo aliñan con unos disparos de cobertura, unas explosiones para molarse y un intercambio de frases lapidarias a cada cual más gastada. Y tú ni te plantearías ir al cine a verla. Y probablemente tampoco le harías mucho caso ni siquiera para verla en la tranquilidad de tu hogar. Pero entonces ves que son Stallone y Schwarzenegger. No dos actores cualesquiera de las pelis de acción de los 80. Sino Los Amos de la Acción de los 80 en persona. Y piensas que quizá les debas a estos dos monstruos del entretenimiento, que tan buenos ratos te hicieron pasar, el ir al cine a verla. Luego recuerdas lo lejos que está el cine de tu casa y el frío que hará cuando se estrene en diciembre y decides que quizá no les debas tanto, después de todo.
Los estrenos de la semana nos traen lo último de Ridley Scott, El Consejero, que ya comentamos aquí. Y por destacar alguna otra, me quedo con Bienvenidos al Fin del Mundo, una comedia en mitad de una invasión alienígena con Simon Pegg al frente de un reparto de estos tan británicos (Martin Freeman, Nick Frost, Rosamund Pyke, Eddie Marsan) que si lo repites tres veces seguidas invocas a la Doctora Sam...
Me veo venir en el futuro cercano unos cuantos capítulos intrascendentes de esta serie de policías humanos con compañeros androides situada en el año 2048, pero Karl Urban y el concepto "robot con sentimientos" se imponen a un inicio con algunas presentaciones de personajes y tramas muy burdas. La serie parece ir bien de dineretes y aunque la historia del policía que pierde a su equipo por culpa de la traición de alguien en quien confia y ahora busca venganza justicia esta muy vista, al menos muestra ciertas hechuras de serie que puede ser tomada en serio. Todo parece indicar que estamos ante un buddy cop show con el seco y cabreado policía humano interpretado por Karl Urban y el robot capaz de sentir y razonar (a diferencia del resto de androides del mundo), interpretado por Michael Ealy. Reconozco que me desconcierta que el robot sea desde el principio tan humano, pues parece impedir la natural evolución hacia la humanidad del personaje, pero teniendo en cuenta que Karl Urban hace de persona desconfiada y agresiva que arrastra un trauma bien gordo, quizá la serie lo necesita así para hacer de contrapunto. Tendré ocasión de comprobarlo, ya que tras dos capítulos la serie se ha ganado el derecho a ocupar mi tiempo las próximas semanas.
Madre mía qué mala pinta tiene esto. Otra película basada en otro libro de otra trilogía en la cual la rebelde protagonista... Sigh. Veamos, en un futuro gris donde a la chavalería se la apila por virtudes (que si valientes, pacíficos, abnegados...) la protagonista nos sale especialita, dado que obtiene los mismos resultados para tres de los grupos. La película amenaza con tratar la angustia adolescente, la búsqueda de un lugar al que pertenecer y otros temas similares con la sutileza de un martillo pilón. Protagonistas de bulto para una película fardo, con los típicos actores resultones para darle saborcillo.
Y de una novela adolescente a otra, este fin de semana se estrena la segunda parte de Los Juegos del Hambre: En Llamas, que al menos debería resultar entretenida. Si estamos viejos para esta mierda, siempre podemos recurrir a Plan en las Vegas, una comedia con Robert de Niro, Morgan Freeman, Kevin Kline, Michael Douglas... Qué miedo me da.
Desde hace tres o cuatro días está disponible en Europa la demo de Bravely Default para 3DS, el RPG de Square Enix al que le tengo ganas desde que saliera en Japón. (Me hicieron muy feliz con el anuncio de su salida aquí, no las tenía todas conmigo). El juego, con su estilo bonico y cabezón, sucesor del Four Heroes of Light, presenta un grupo de cuatro personajes en una misión de estas de salvar el mundo muy fuerte. La demo, a la cual le he metido hora y media y parece quedarle otro tanto, está hecha para mostrar gameplay y no historia. Te tiran en una ciudad con tiendas, rodeada de mapa al que salir a pegarte y a hacer misiones, para que enredes con los sistemas de combate, magia, clases... Y la verdad es que es más cómodo de lo que esperaba, aunque al principio (se ve que estoy viejo ya) resulta algo barroco. Reconstruir ciudades, modificar el equipo, acumular habilidades de una clase para luego usarlas con otra... las opciones y combinaciones parecen variadas. Animo a que aunque no os llame el juego, probéis la demo, que para eso está. A mí ya me lo han vendido.
El director Darren Aronofsky, a quien tengo tanto aprecio por El Luchador o Cisne Negro como odio eterno por The Fountain, nos promete lo nunca visto (ni imaginado) sobre la historia del Arca de Noé. El elenco de actores está trufado de caras oscarizadas como Rusell Crowe (el barbudo Noé), Jennifer Conelly (su esposa) y Antony Hopkins (Matusalén), además de caras conocidas como Emma Watson. El tráiler transmite ese aire inconfundible de "y lo que no se cuenta en la Biblia nos lo inventamos" y ese toque "por algún lado hay que meter unas escenas de acción" que me han dejado una sensación contradictoria: Por un lado no estaría interesado en una versión fiel de la historia de Noé así que agradezco las adiciones, pero por otro lado no estoy seguro de seguir interesado en la película si al final van a contar lo que les dé la gana, como les dé la gana. De todas maneras, Aronofsky hace películas, en general interesantes, así que seguiré la pista a este Noé.
En cuanto a los estrenos... Yo me voy a quedar en casita, que llueve y hace frío, pero los más arriesgados pueden querer descubrir si Luc Besson todavía es un director a tener en cuenta gracias a la comedia criminal Malavita con Robert De Niro, Michelle Pfeiffer y Tommy Lee Jones o jugársela todavía más con La Huida. Película que por mucho Eric Bana que tenga no me plantearía siquiera hablar de ella si no fuera porque también protagoniza Olivia Wilde. Un estreno de hace un año que pensaba que aquí ya había pasado por los cines. Misterios de la distribución en España, una vez más.
Nintendo ha decidido sacar provecho a lo mejor de Wii presentando de manera escalonada y fraccionada una versión descargable y mejorada de Wii Sports para WiiU. En este juego donde de momento solo se puede acceder a jugar a tenis o a bolos, obtenemos una versión supervitaminada del clásico de Wii. Gráficos HD (no es que luzcan especialmente bien, pero ahí están), control mejorado gracias al Wii Motion Plus y modo online, con posibilidad de montar tu propio club o unirte a uno ya existente, para poder competir con cualquier jugador del mundo. El online es sencillo y busca adversarios rápidamente y el control ha mejorado una barbaridad, siendo ahora mucho más preciso. En Wii Sports Club es posible, jugando al tenis, decidir cómo vamos a atacar la pelota, pudiendo optar por el revés siempre que se quiera simplemente cambiando la posición de la raqueta, cosa que en Wii Sports era infartante no poder hacer. También los bolos se benefician de la captura más sutil y precisa del juego de muñeca. Lo mejor que se puede decir tras echar media docena de partidas es que funciona y el salto de calidad en el control es evidente. Como métodos de pago, Nintendo ha optado por vender los deportes por separado a un precio de 10 euros o dar la posibilidad de adquirir pases por 24 horas a un precio de dos euros.
Después de The Raid: El Edificio de las Hostias y su secuela no oficial, Dredd: El Megabloque de las Hostias, llega la secuela de verdad: The Raid 2. Voy a resumir los elementos así a lo rápido: Jakarta. Criminales. Encubierto. Hostias como panes. En realidad esta película la andaban preparando antes de la propia The Raid, pero recurrieron a El Edificio de las Hostias dado que les salía bastante más barata llevarla a cabo. Ahora con dinerete fresco nos traen este pedazo de... Mira, mejor dejo de escribir y le dais al tráiler, madre mía.
En los estrenos de esta semana destaca el Juego de Ender, que como a mí ni fu ni fa... pues vosotros mismos, oye. Yo me voy a volver a ver el tráiler este, la virgen.
Oh sí, otro juego de cartas. Ya lo siento (o no) pero me encantan. Éste parte de una base clásica, muy sobada, de usar esbirros y hechizos para bajar los puntos de vida del contrincante a cero. ¿Qué tiene de interesante entonces? Ambientado en el universo Warcraft, cada una de las nueve clases básicas del World of Warcraft es un tipo de mazo en este juego, que cuenta con cartas exclusivas para sí mismo, lo que crea bastante variedad entre partidas y estilos de juego. Además, siendo de Blizzard, el puñetero está cuidado al detalle, con una interfaz limpia, y un diseño realmente bonito. Desde mi punto de vista, el juego corre dos riesgos a medio/largo plazo. El primero es que no puedes hacer nada, literalmente nada, durante el turno del oponente, restándole interactividad y sorpresa. Lo segundo es que el juego, de puro sencillo que es para hacerlo accesible, tal vez tenga poco espacio de diseño para añadirle cartas nuevas e interesantes sin que resulten redundantes. Ya veremos, el juego será f2p cuando salga de beta, que debería ser bien pronto, así que animo a cualquiera, incluso aquellos que no se suelan acercar a este tipo de juego, a probarlo.
En una semana como esta debería hablaros del tráiler de X-Men: Días del Futuro Pasado, con su dramatismo y su montaje de caretos de personajes digno del Quién es Quién. O quizá de Capitán América: El Soldado de Invierno, con su Halcón molón, su Robert Redford y todo el espionaje y hostias bien dadas por nuestro musculoso capitán. Pero eso sería lo obvio. Y además, eso ya lo habéis visto. Cuando sale un tráiler de esos, la Red retumba. Así que os traigo algo para paladares menos finos. Algo que se atreven a anunciar con la coletilla "de los productores de Underworld" como si fuera algo bueno. Aaron Eckhart es el monstuo de Frankenstein más guapo de toda la historia y se va a ver envuelto en uno de estos berenjenales ridículos, con dos bandos de mierda enfrentados en una pijotada de guerra secreta milenaria. El tráiler da escalofríos solo verlo. Porque Eckhart tiene de héroe de acción lo que yo y en el reparto solo se salva Bill Nighy. Y porque nos gusta. Los créditos del tráiler hacen también un gran trabajo obviando a Miranda Otto, como si hubiésemos tenido que olvidar que encarnó con toda propiedad a Eowyn. Con todos estos mimbres, vaticino un horror cinematográfico solo a la altura de otros ilustres fiascos como Underworld (elige la que más asco te dé. Si es que te decides). En definitiva, porque los Doctores del Tiempo también creemos que en Halloween hay que meter algo de miedo, te traemos el primer vistazo a I, Frankenstein. Para que os veáis el tráiler entero. Si es que hay huevos.
Entre los estrenos de la semana, destaco Thor: El Mundo Oscuro, porque Mjolnir, unas hostias y dos frases de Anthony Hopkins hacen buena cualquier película. Pero además podemos ver Don Jon, donde Joseph Gordon-Levitt intenta ligarse a Scarlett Johansson (nos ha salido tonto el tío). La semana tiene también multitud de películas de esas de ver por el actor protagonista, desde Edward Norton, que me encanta, en el drama/thriller Hojas de Hierba hasta el CorchoMan Ryan Gosling, con quien me encanta meterme, en la turbia historia de crimen y venganza Solo Dios Perdona. También hay alguna otra peli, pero me escasean el tiempo y las ganas para seguir comentándolas. Total, si yo voy a ir a ver Thor a pincho...
El excelente y en todas las acepciones posibles de la palabra, pintoresco Wes Anderson, vuelve con otra de sus películas. Llena de personajes singulares, promete ser otra obra de drama tierno y comedia incómoda; de vibrantes colores y fotografía sublime. Para ello cuenta con un reparto de asustar, formado en parte por los
sospechosos habituales de sus obras como Bill Murray, Jason Schwartzman o
Adrien Brody; pero añadiendo aún más caras ajenas a sus proyectos, como
Ralph Fiennes, Saoirse Ronan o Jude Law. Puro espectáculo para amantes del cine, sobre todo si como el que escribe, somos fans de este maestro del esperpento controlado.
En esta semana de pocos estrenos me quedo con la española Grand Piano, con Elijah Wood y John Cusack, que promete hora y media de tensión y música clásica. En caso de necesitar un Plan B, el más sólido aparenta ser La Mirada del Amor, aunque sea solo por Ed Harris, Robin Williams y Anette Bening.
Como una especie de hijo bastardo de Civilization y Ciudadelas, 7 Wonders es un juego de tablero de construcción, de montar el imperio con el chiringuito que más puntos de victoria otorgue. Para ello contaremos con una base, que representa nuestra ciudad y la Maravilla que en ella podemos construir a lo largo de tres Eras. Cada Era tiene un mazo de cartas, de las que se reparten siete a cada jugador, momento en el cual empieza lo divertido del juego. Esas cartas representan un montón de cosas bonitas a construir, desde mercados hasta empalizadas, pasando por bibliotecas y estatuas, por no mencionar las minas de oro o bosques repletos de madera para hacer todo eso. ¿La trampa? Solo te puedes quedar una de esas cartas. Las otras se las pasarás al jugador de tu izquierda, recibiendo a su vez lo que te haya dejado el jugador de tu derecha. Al final de las tres Eras, se suman los puntos de cada jugador dependiendo del chiringuito montado y listo. Es en ese pase de cartas donde está la gracia. En la tortura de no poder quedarte dos cartas a la vez, en la duda sobre si la otra carta que quieres volverá a ti, en ver qué mierdas te ha dejado el jugador de tu derecha. 7 Wonders es un juego ameno y rejugable para 2 a 7 jugadores, aunque yo personalmente recomiendo 4, tal vez 5, que permite levantar grandes y locos imperios en partidas de media hora.
La mecánica de que tu elección como jugador limite la de los demás recuerda ligeramente a Agrícola, pero sin ser tan espeso.
La nostalgia es un arma poderosa. Pero también puede ser una perra. Que nos traigan de vuelta al policía más tocino del Detroit más cochambroso es, en principio, una buena noticia. También lo es que hayan contado con actores como Michael Keaton, Samuel L. Jackson o Gary Oldman para dar empaque al remake. La idea de un Robocop menos cuadrado, más ágil y más moderno es atractiva. En cambio, el tráiler no hace un trabajo demasiado bueno vendiendo la película. Le falta algo de ritmo y no consigue trasladar muy bien el tono general de la película. Además parece hacer especial hincapié en las relaciones familiares del protagonista. Que no tiene que ser algo malo necesariamente, pero no nos engañemos, no vamos a ir al cine a que nos den un drama sobre una familia destrozada, sino a ver cómo convierten a un hombre en la máquina de matar (literalmente) definitiva mientras lucha contra el Sistema que quiere tiranizarle (a él y a todos, por otra parte). Espero que el pobre Alex Murphy no tenga que bregar con el maldito iOS, o no va a poder ni sentarse sin pedir permiso. En cualquier caso, yo iré a verla. Y vivo o muerto usted vendrá conmigo. (...) Qué pasa. No he podido resistirme. Estaba demasiado a huevo.
En cuanto a la cartelera de la semana... No tengo ningún favorito, así que propongo dos películas que creo que deberían ser cuando menos, decentes. El Quinto Poder, del director Bill Condon. Con el cada vez más ubicuo Benedict Cumberbatch en el papel de Julian Assange. Wikileaks a tope. Podría estar bien. O igual no. Vete a saber. Y de segunda película a destacar me quedo con Capitán Phillips de Paul Greengrass, en la que Tom Hanks es el capitán de un carguero secuestrado por piratas somalíes. Una de esas películas basadas en hechos reales que debería dar una buena ración de tensión y drama.
Atraído por la palabra "Card" en el nombre, y seducido por su estética mazmorrera de ganchitos, refresco y frikazos sentados en torno a una mesa, le he metido unas cuantas horas a Card Hunter. Esta cosa devoradora de tiempo es un juego flash para navegador, en el cual diriges a un grupo de tres héroes a través de mazmorras, topicazos, estética ochentera y porciones de pizza. Card Hunter es homenaje a las primeras ediciones de Dungeons and Dragons en lo estético, y una mezcla de juego de cartas y estrategia con casillas en lo jugable. Los héroes usarán cada uno opciones de una baraja de cartas para llevar a cabo sus acciones, y el equipo que lleven determinará cuales son esas cartas. Entretenido, bonito, pero con cierta fatiga free to play en el ritmo de su desarrollo, Card Hunter es un juego tan solo para los muy fans.
Con el éxito que tuvo 300 y el nombre que se está haciendo su director Zach Snyder (Man of Steel, sin ir más lejos), parecía inevitable que persas y griego volvieran a darse de hostias en un "más slo-mo todavía". Solo que esta vez deja las llaves del reino al director Noam Murro, un tío cuya otra única película es Gente Inteligente, que no he visto pero que tiene pinta de bodriete, por mucho 6,1 que le casque IMDb. En definitiva, más de lo mismo es lo que promete: Retomar la historia justo al final de la primera parte y ampliar el rango de escenarios en los que vamos a ver patadas en el pecho, hachazos en la cabeza, chorretones de sangre que salen de cuerpos divinos para dibujar bellísimas escenas de carnicería humana. Ahora patadas en el pecho en tierra, pero también a caballo, también a bordo de barcos y vete a saber dónde más. Y por supuesto, algún desnudo innecesario y un uso totalmente fraudulento del trasfondo histórico para contar lo que les da la real gana. Que sé yo, si la primera os gustó, supongo que no hay nada malo en que vayáis a ver esta cuando se estrene en marzo. Supongo.
En cuanto a los estrenos de esta semana, dos opciones de cierto fuste. Por un lado, El Mayordomo, esa película que huele a caza-Óscar a la legua. Con un reparto tan amplio que el tráiler tenía que ciclar la música para poder seguir metiendo nombres gordos. Una de esas historias que le en-can-ta a Hollywood sobre un mayordomo negro que sirve a sucesivos presidentes de Estados Unidos y se gana el respeto y bla-bla-bla. La otra opción, que a mí me parece más atractiva, es Prisioneros. A Hugh Jackman le secuestran las hijas y... Mejor os recuerdo que hablamos de ella aquí hace menos de un mes.
