Al final no hemos podido escapar de ver 8 Apellidos Vascos y os ofrecemos la visión de este fenómeno cinematográfico que a nosotros no nos ha parecido para tanto. Quizá es que estamos un poco vacunados contra este humor (la mayoría de chistes sobre los vascos nos los conocemos de arriba abajo por motivos evidentes de pertenencia al colectivo). Al menos le reconocemos el buen hacer a un par de actores y que en general se puede ver pasando un rato agradable. También hemos visto Pompeya. Tarde o temprano íbamos a picar en esta película con Kiefer Sutherland haciendo de malo de opereta con cara de palo, Kit Harrington que sigue sin saber nada aquí también y Carrie-Ann Moss que parece que pasaba por allí. Paul W.S. Anderson se casca una película mala que fusila el principio de Conan, el desarrollo de Gladiator y el final de Titanic. Y lo hace todo peor que las mencionadas, claro. Al menos nos hemos reído un rato. En el apartado de series terminamos de ver Marvel's Agents of SHIELD, que ha ido de menos a más y ha acabado con una segunda parte de la temporada que no puede (ni debe) redimir la infame primera tanda de 8 ó 10 capítulos, pero que al menos deja hechuras a serie que es salvable, que puede hacerse entretenida y que puede que haya encontrado su tono y su ritmo de cara a la segunda temporada. Empezar a verla es un dolor, pero el sabor que deja al final es mucho mejor. No es fácil recomendarla, pero ha acabado teniendo sus virtudes. Y hemos terminado de ver también The Musketeers. Las andanzas de los Mosqueteros de la BBC han resultado ser la serie de aventuras más sólida del año, por encima de propuestas más ambiciosas pero peor ejecutadas en su conjunto como, por ejemplo, Black Sails. El conjunto brilla porque todas sus partes (reparto, vestuario, exteriores, acción, tramas) superan siempre el aprobado y en muchos aspectos llegan al notable. Cae a menudo en tramas mil veces vistas en estas series, pero es divertida, está bien hecha y funciona como un reloj en lo verdaderamente importante.