Vaya dos películas que nos hemos tragado esta semana. De echarlas de comer aparte. Need for Speed ha gustado más al Dr. Rust que al Dr. Snack, pero no deja de ser una predecible historia de velocidad, amistad, amor y venganza desarrollada con cierta maña pero a la que se la ve venir a kilómetros. Y Batman, Assault on Arkham ha gustado más al Dr. Snack que al Dr. Rust, pero engeneral es un despropósito sin mucho sentido donde las autoreferencias y chistes tontos son lo más salvable del potaje. Menos mal que al menos hemos probado el juego de (¿cartas? ¿mesa?) lo que sea, llamado Pathfinder, que reúne mecánicas de juegso de mazmorreo y de construcción de mazo para ofrecer una mezcla que suena rara sobre el papel pero funciona en la mesa de juego. De 1 a 6 jugadores, no recomendamos meter más de 4 personas si no queréis eternizaros y volveros locos. Y hablamos sin spoilers del regreso de Hell on Wheels en su cuarta temporada. A estas alturas a los personajes nos los conocemos muy bien y la serie nos gusta por su ambientación muy conseguida y poco habitual en el panorama de series actual y porque los personajes, aunque siempre tienen unos rasgos que predominan, no son totalmente monolíticos y unidimensionales. Además, es de esas series en las que la temporada se va embrollando, embrollando hasta que en los últimos capítulos todo salta por los aires de manera espectacular.