Con las dos películas de la semana nos lo hemos pasado en grande, aunque es verdad que ambas son bastante endogámicas y no paran de mirarse al ombligo. Guardianes de la Galaxya Volumen 2 vive y triunfa gracias a sus personajes porque, sinceramente, no tiene mucho más. No le hace falta y en general no se echan en falta cosas, pero es verdad que no las tiene. Ritmo, diálogos, algo de acción y ya. Es un menú corto, pero es sabroso y deja el estómago satisfecho. John Wick 2: Pacto de Sangre sigue un camino parecido, aunque obviamente es una propuesta mucho más sobria en su presentación. Cuando se desprende de cualquier intento de tener una trama que quiera dar cierto barniz de humanidad a su protagonista, lo que queda es una elegante y eficiente máquina de matar que hará las delicias de sus fans en múltiples y variadas localizaciones mientras se ahonda en el funcionamiento de la sociedad paralela de los asesinos, con sus condicionantes, reglas y funcionamientos. Lo que nos queda es una sólida y centradísima película de acción que ni tiene ni necesita tiempo para nada que no sea seguir adelante.