Monday Mornings, de la que hablamos aquí cuando se estrenó, se ha quedado en diez capítulos. Eso quiere decir que no ha convencido, pero no necesariamente que no sea digna de verse. Peca de ser en ocasiones blandita y es demasiado seria para poder encajar bien el característico humor de David E. Kelley, pero en el apartado de drama de médicos lo cierto es que tampoco tiene gran cosa que envidiar a nadie. Simplemente no ha cuajado.