Mark of the Ninja se ha convertido de golpe y porrazo en uno de los juegos que más me han gustado en lo que llevamos de año, algo sorprendente para venir de un género, el sigilo, que hacía tiempo que no disfrutaba como dios manda. Creo que tiene que ver con cierta claridad en la comunicación, limpieza en las mecánicas y asesinos en pijama. Veamos.