Ha querido la casualidad que hayamos visto muy reientemente las que han sido probablemente las "ganadoras" más importante en los Oscar de este año. Empezamos con Tres Anuncios en las Afueras. Película pegada a tierra, sin estridencias ni trucos, que basa toda su fuerza (que es mucha) en el retrato de sus personajes. Las interpretaciones son magníficas y nos hablan de unos personajes que, como ocurre con las personas del mundo real, son o al menos pueden ser mucho más que la idea unidimensional que de ellas nos formamos. Después hablamos de La Forma del Agua. Cuento fantástico de amor con una magnífica atmósfera y un elenco principal en el que los roles están muy marcados por su función dentro de la historia. Es visualmente atractiva, la narración avanza ágil y con muy buen ritmo aunque quizá le falta trabajar un poco más con la pareja protagonista para maximizar el impacto emocional. Este detalle, y el hecho de que introduce facetas de personajes que apenas explora con dos pinceladas para nunca más volver a ocuparse de ellas, la aleja de la obra redonda y perfecta que podría haber sido.
