Star Trek: En la Oscuridad ha dividido a los Doctores según el nivel de desagrado que nos han generado los innegables defectos de la película y el nivel de diversión que nos han proporcionado los contados pero meritorios aciertos. En cualquier caso, parece evidente que la película tiene sus cosas buenas y que, en general, merece la pena verla en el cine. Luego, dependiendo de la tolerancia a las gilipolleces argumentales y a las reinterpretaciones del material clásico, puede dar ganas de matar o dejar sabor a ascopena o a "ni tan mal" en la boca. Pasad a la consulta, que cada Doctor ha prescrito su propia receta.