Se le pueden achacar muy pocos defectos a Capitana Marvel, aunque por desgracia tampoco hay brillantes aciertos con los que hacer palpitar de emoción nuestros corazones. Sólida como pocas, conjuga dos o tres ideas principales que maneja con acierto. Sin embargo, su amabilidad general, el arco de personaje más bien plano y su nula apuesta por el riesgo pueden dejar una sensación más negativa de la que la película, calibrada en su conjunto y procurando ser lo más imparcial posible, merece. Creemos que el personaje está llamado a darnos grandes alegrías cinematográficas, pero en esta primera película parece que han preferido hacernos a la Capitana más simpática y humana que imponente y arrasadora.