Indudablemente mejor que la cuarta entrega, la quinta de Piratas del Caribe acierta con muchas cosas y se queda corta casi en otras tantas. Transita por tramas y argumentos trillados pero sólidos y presenta algún nuevo personaje interesante, pero unos diálogos muy endebles, un Jack Sparrow demasiado bufonesco y un tercer acto poco emocionante estropean lo que por otro lado es una película de aventuras bastante potable. El resto del programa se dedica a las segunda, tercera y quinta temporadas de Supergirl, The Flash y Arrow, respectivamente. Con Supergirl afianzándose sobre un buen elenco de personajes, la capacidad de depurar rápido las ideas que no funcionan y una protagonista absolutamente estelar en su papel. En Flash las cosas siguen como siempre. Superheroes en estado puro con grandes y alocadas ideas ejecutadas con garra y emoción, pero también con una trama principal que cuesta llevar hasta el final de la temporada. El efecto de gravedad del protagonista, que hace que todo gire en torno a él, y lo compacto del elenco de secundarios no permite muchos cambios de dinámicas entre personajes. Aun así, resulta espectacular la mayor parte del tiempo. Y acabamos con Arrow, serie que está encajonada en su propia incapacidad para hacer evolucionar al protagonista y eso hace involucionar a sus secundarios. Tiene sus mecanismos narrativos más que testados y es eficaz, pero también repetitiva y con poco espacio para la sorpresa verdadera.
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