Comenzamos el año zascandileando sobre algunas citas pendientes. A Luke Cage le debíamos ya terminar de verla y ha resultado ser una de esas series de las que es difícil decir algo malo (salvo quizá que su desarrollo es algo lento y su "villano final" algo simplón), pero que en general no ha podido estar a la altura de su potencial. Le ha faltado gancho. Encantados hemos terminado, en cambio, con The Exorcist, que es capaz de manejar varias tramas muy interesantes a la vez y ser muy diferente y al tiempo evocar el feeling de El Exorcista. Hablamos después brevemente de la segunda temporada de Ash vs Evil Dead, que ha seguido las directrices marcadas por la primera temporada y ha seguido expendiendo el nivel de cara dura, casquería y humor socarrón y políticamente incorrecto que tan bien maneja. Y terminamos alabando la segunda temporada de Sound! Euphonium (o Hibike!). Una temporada mucho más centrada en la protagonista, mucho más crónica de una vida que retrato de un ambiente, aunque sigue dando para un poco de todo. El foco de la serie cambia, pero es siempre interesante, emocionante, sorprendente y emotiva. Bravo.
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