La sensación de final ha sido muy fuerte esta semana, con el cierre de la décima (¿y también última?) temporada de Expediente X y con el adiós de Justified tras su sexta temporada. Expediente X se ha ido tras seis capítulos de celebración de lo que era la serie. Con sus conspiraciones, sus capítulos chorras, sus atrevidos equilibrios entre tomarse a sí misma en serio y en broma al mismo tiempo y con un final de los que, para bien o para mal, no se olvidan. Justified, en cambio, no ha hecho apenas concesiones en su recta final. Ha sido fiel a sí misma y a sus personajes. Ha mostrado tanto como lo que se ha guardado y ha vuelto a configurar un rico universo de ficción gracias a sus tramas entrecruzadas, sus diálogos ácidos y certeros, sus personajes totalmente fieles a sí mismos y ningún miedo a terminar como sus creadores han creído más verosímil e interesante. La echaremos muchísimo de menos. Y en videojuegos, un shooter en perspectiva subjetiva de estética minimalista y mecánica basada en el movimiento y el paso del tiempo nos ha cautivado con la sencillez de su propuesta. Un gran juego al que no obstante le achacamos no haber llevado hasta el final todas las posibilidades que le brindaba su interesante mecánica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario