Las propuestas cinematográficas son muy diferentes entre sí. Lo que Hacemos en las Sombras es un falso documental sobre un grupo de vampiros que comparten piso en Nueva Zelanda. Repaso en clave de humor patético a todos los tópicos relacionados con vampiros y algunas otras criaturas sobrenaturales. Muy bien pensada y ejecutada, aunque puede acabar por cansar, debido a su ritmo y tono muy planos. Al contrario sucede con Misión Imposible: Nación Secreta, en la que todo son persecuciones, explosiones y fantasmadas. No hay nada especialmente criticable en esta entrega, salvo (y no es poco) que todas las películas de la saga parecen la misma. Es entretenida y tiene bastante buen ritmo, pero no sobresale en nada y desde luego olvidaos de diálogos chispeantes o personajes memorables, porque no los hay. Y acabamos hablando del juego de mesa Shadows over Camelot. Un juego veterano con mecánicas sencillas y producción bien cuidada, pero al cual se le notan los 10 años. Las opciones de los jugadores son a menudo muy limitadas y aunque en su día la mecánica cooperativa con posible traidor era toda una novedad, a estas alturas ha quedado superado por otros juegos en casi cada aspecto. Se agradece que sea fácil de jugar, relativamente corto y que permita añadir jugadores a la partida sobre la marcha, pero se siente limitado y con gran desconexión entre la ambientación y las mecánicas.
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