Siempre ha existido una pequeña brecha entre Doctores a la hora de disfrutar y valorar las comedias negras y patéticas. Super, de James Gunn, cuenta con un buen reparto y es una pequeña película meritoria con un hombre que se viste de superhéroe y va castigando el mal de forma torpe. Y es el tipo de película que a poco que esté bien hecha gusta al Dr. Snack y el Dr. Rust simplemente tolera relajadamente. En el capítulo de series hemos iniciado el visionado de Narcos, de Netflix. Se centra en la figura de Pablo Escobar y es una serie muy austera en sus modos de contar, pero también muy eficaz. Cumple con todo lo que tiene que hacer bien y la historia, al menos en el arranque, nos resulta atractiva. Y acabamos con Public Morals. Seguimos las evoluciones del corrupto departamento de Moral Pública de Nueva York a principios de los años 60. Nadie parece tomarse demasiado en serio lo que se cuenta. Los actores no parecen creerse del todo sus papeles, la parte técnica deja cierto aire a prefabricado y aunque presentan un montón de personajes y tramas, ninguna se erige en suficientemente interesante para sustentar la serie.
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