Ya sabéis que tenemos debilidad por las películas de animación japonesa que nos narran con delicadeza y emoción contenida, así que Wolf Children nos ha encandilado con su historia sobre la crianza y el crecimiento dos niños-lobo y cómo se desvive por ellos su madre. Después triplete de pilotos filtrados. En Blindspot, la trama se presta tanto a las trapas (protagonista con tatuajes crípticos es encontrada amnésica y ve su destino ligado al de un agente del FBI) y el desarrollo es tan vulgar, que ni la simpatía que siente el Dr. Rust por Jaimie Alexander la puede salvar. Lucifer se desarrolla un poco mejor merced a una pareja protagonista que aunque típica, funciona mejor. Aun así, la demencial premisa (Lucifer se ha cansado de gestionar el Infierno y mientras allí se desata el caos él se dedica a resolver crímenes con ayuda de una estricta detective inmune a sus encantos) no nos hace augurar nada bueno. Y acabamos con Minority Report, en la que volvemos al mundo de la película unos años después del cierre del departamento de precrimen. Podría mejorar hasta ser aceptable, pero en este arranque va de más a menos, diluyéndose como un azucarillo hasta hacerse montonera como ella sola. Si a eso añadimos un protagonista sin carisma ninguno... Tendrán mucho trabajo por delante si es que quieren remontar la serie.
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