La semana nos ha dejado una tripleta de películas y un doblete interesante en dos series que nos encantan. Hablamos primero de Exodus: Dioses y Reyes. Ridley Scott sigue teniendo una buena mano dirigiendo, pero a la película le falta arriesgar, le falta profundizar en los personajes, le falta apostar por una idea clara de qué película quiere ser. Hemos visto también Tortugas Ninjas, una película mala, mala, donde ni siquiera los inevitables efectos especiales son gran cosa. A ratos telefilme, a ratos con un feeling a las pelis de The Amazing Spider-Man que tumba, hasta Megan Fox parece estar peor que de costumbre. Que ya es decir. En cambio, con todas sus limitaciones y toda su chirigota, Hércules sabe a lo que juega. La película protagonizada por The Rock reinterpreta libremente y con ese aire de película a la que le faltan 50 millones de dólares y una mano firme tras las cámaras para ser tomada en serio, la leyenda del forzudo personaje. Pero tiene buen ritmo, no se arruga en su tono de digna aventura menor y se deja ver con increíble facilidad. En series, hemos visto los dos capítulos de cruce entre Arrow y The Flash y además de ser dos capítulos divertidísimos, dejan bien claro los puntos en común y las diferencias entre ambos personajes y los enfoques de ambas series. Dos series con las ideas muy claras y sin complejos. Y por eso, entre otras cosas, nos encantan.
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