Me sorprende que a estas alturas una película basada en tiros, hostias y explosiones siga generándome cierto interés, pero qué puedo decir, soy un espectador muy básico. A veces quiero ver en el cine profundos viajes emocionales y otras una ensalada de pirotecnia desenfrenada con todos sus aliños. Y eso es lo que promete esta tercera parte: Más de lo mismo. Ahora con Wesley Snipes y Harrison Ford y Antonio Banderas y Mel Gibson haciendo de malo y ningún complejo y toda la fantasmada y la mitad de las explosiones del verano (asumo que la otra mitad las acaparará Bay con sus Transformers). Acción pura y dura de la vieja escuela con la trama más cogida por los pelos y que menos importa de la industria del entretenimiento. Bien por ellos. Al menos no visten a la mona de seda.
En los estrenos de la semana nos llega Transcendence, de la que ya hablamos aquí y que no creemos que nos vayamos a animar a ver en el cine, la verdad. Hemos oído que se queda bastante en tierra de nadie, la pobre. Y se estrena Yo, Frankenstein, de la que hablamos en noviembre del año pasado. Anda que no han tardado en estrenarla. Por qué será... por qué seráaaaa... que decía la canción. En vista de todo esto, la apuesta de la semana es por Corrupción en el Poder, que no será ninguna maravilla pero tiene a Kevin Spacey de lobbista vividor. Que el tráiler no tenga la voz de su doblador habitual me da miedo, pero oye, de algo hay que morir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario