Esta semana nos hemos ido al cine a ver al gigantesco y nipón Godzilla repartir estopa. La película cuenta con dos partes muy diferenciadas, una primera de misterio, tensión y miedo a lo desconocido y una segunda donde la acción toma la pantalla. A pesar de ello, es un film bien equilibrado, en el que los humanos son testigos de cómo la Naturaleza se encarga de lidiar con sus propios monstruos. Es interesante, está muy bien rodada y aunque no tiene nada especialmente sobresaliente, deja una sensación global satisfactoria. Esta semana también nos ha dado por hablar (sin entrar en muchos detalles) sobre el juego de miniaturas X-Wing, que lo está petando en medio mundo y al que le reconocemos muchas virtudes a pesar de que ninguno de los Doctores somos demasiado aficionados a este tipo de pasatiempo. Pero el juego es fácil de aprender y difícil de dominar; las partidas se preparan rápido y resulta dinámico y divertido, pese a que puede alargarse un poco al final, cuando apenas quedan naves sobre la mesa. Y en el apartado de series, mostramos nuestro amor incondicional a Arrow. La segunda temporada ha sido monumental y nos ha dado todo lo que podíamos esperar y más. Con un descaro y un saber hacer envidiable, esta segunda temporada ha subido las apuestas, ha introducido personajes y tramas, ha destilado la esencia de lo que hace la serie divertida, impredecible y vertiginosa y nos ha regalado capítulos para el recuerdo en una temporada difícil de superar. Accion superheróica en estado puro.
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