Oh sí, otro juego de cartas. Ya lo siento (o no) pero me encantan. Éste parte de una base clásica, muy sobada, de usar esbirros y hechizos para bajar los puntos de vida del contrincante a cero. ¿Qué tiene de interesante entonces? Ambientado en el universo Warcraft, cada una de las nueve clases básicas del World of Warcraft es un tipo de mazo en este juego, que cuenta con cartas exclusivas para sí mismo, lo que crea bastante variedad entre partidas y estilos de juego. Además, siendo de Blizzard, el puñetero está cuidado al detalle, con una interfaz limpia, y un diseño realmente bonito. Desde mi punto de vista, el juego corre dos riesgos a medio/largo plazo. El primero es que no puedes hacer nada, literalmente nada, durante el turno del oponente, restándole interactividad y sorpresa. Lo segundo es que el juego, de puro sencillo que es para hacerlo accesible, tal vez tenga poco espacio de diseño para añadirle cartas nuevas e interesantes sin que resulten redundantes. Ya veremos, el juego será f2p cuando salga de beta, que debería ser bien pronto, así que animo a cualquiera, incluso aquellos que no se suelan acercar a este tipo de juego, a probarlo.
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