La nueva temporada de series ha comenzado. Y como cada año, caben toda serie (je) de propuestas. Aunque nosotros, por nuestros gustos, nos decantamos especialmente por el drama, de vez en cuando también prestamos atención a alguna comedia. Dado que solo publicamos un Primer Contacto a la semana, la última serie que comentaramos llevaría ya una buena ración de capítulos para entonces. Y eso no sería un Primer Contacto ni sería nada. Bueno, algo así: Sería una mierda desfasada. Así que sin más preámbulos presento algunas de esas series que ya hemos catado y que espero que nos dejen buen cuerpo en los próximos meses.
James Spader ha vuelto y ahora es básicamente el Alan Shore del crimen, con todos sus gestos y caras que tanto nos gustan y su voz de rolear en serio todo el rato. Raymond "Red" Reddington es un pedazo de cabrón de mucho cuidado. Hace 20 años traicionó al gobierno de los USA cuando se pasó al tráfico de información a lo grande y desde entonces su leyenda como "Consejero del Crimen" no ha hecho más que crecer. Ahora se ha entregado al FBI con la intención declarada de ayudarles a atrapar a todos esos criminales de gran calibre de los que ni siquiera tienen conocimiento. Con dos condiciones: La primera es que solo hablará con la agente novata Elizabeth Keen. La segunda es que le dejen molar mucho todo el tiempo. O al menos mucho más que a los demás. Si eres un fan de James Spader (yo lo soy) vas a gozarla, incluso si no te van estas series con protagonista más listo que todo el mundo (te odio mucho, El Mentalista) o con subtramas que parecen querer unir a todos los protagonistas de alguna manera muy poco creíble. El caso es que la serie promete ir destripando poco a poco el verdadero objetivo de Reddington mientras demuestra lo cojonudo y classy que es atrapando toda clase de malotes de esos que no aparecen en la lista de los más buscados del FBI porque o no los conocen o dan demasiado miedo para ponerlos siquiera en una lista.
The Crazy Ones
Red ha elegido a Lizzie por una razón, aunque no sepamos cual es. No lo digo yo, ¡lo dice la promo! |
The Crazy Ones
David E. Kelley se ha descolgado de sus habituales dramas con personajes pintorescos con esta comedia de situación de veinte minutos ambientada en los entresijos de una pequeña empresa de publicidad dirigida por un locuelo Robin Williams y su más modosita hija Sarah Michelle Gellar. Un capítulo de una sitcom no creo que sea suficiente para poder decir algo relevante de ella, salvo que Williams está desatado. Demasiado, para mi gusto. Claro que yo soporto muy mal las sitcoms y el humor televisivo en general. Quizá encuentre un buen equilibrio a los pocos capítulos. Si los actores no fueran los que son, la dropeaba sin pensarlo.
No soy muy capaz de juzgarla. Es que las sitcom me ponen del hígado. La tolero porque me gusta Robin Williams. |
Hostages
Un policía con el culo pelado y sin problemas de parkinson, de los que solucionan un atraco a un banco ellos solitos con un par de tiros bien dados, retiene en su casa, con ayuda de unos cómplices, a toda la familia de la doctora Sanders. La doctora va a operar en breve a POTUS y los secuestradores quieren que lo deje palmera en el quirófano por motivos desconocidos. El primer capítulo da mucho miedo, las cosas como son. No por los actores, ni porque no confiemos en Bruckheimer, sino porque la familia es un chiquipark de secretos y problemas que, auguro, va a hacer de cada capítulo una conga de despropósitos. El marido tiene una amante, el hijo debe pasta de sus trapicheos con droga, la hija parece acabar de descubrir que está embarazada de un payaso y los secuestradores muestran demasiada preocupación por los retenidos como para que todas esas cosas que he mencionado más arriba no les supongan una rotura de bolas semanal.
Parecen modositos y tal, pero anda que no están de mierda personal hasta las orejas... |
By Any Means
Los ingleses hacen las cosas de otra forma. Son capaces de coger cualquier idea y hacerla más gris y más triste y aun así parir un producto que puede merecer la pena. Como en esta especie de Leverage en plan de bajón. Warren Brown (el actor que siempre hace de policía) es el líder de una célula policial clandestina que se dedica a pillar a los malos que no pueden ser encerrados por los medios convencionales. El equipo lo completan el hacker y la... la... El primer capítulo no lo deja claro, pero suponemos que la chica de las hostias o los tiros. O ambas cosas. Los actores lucen incómodos en sus papeles, se exceden en los trucos de montaje y la historia en sí misma no es gran cosa. Aun así deja cierto regustillo agradable. No mucho, pero suficiente para ver qué ocurre en el segundo capítulo. Como contra: los capítulos duran una hora. Como pro: Solo van a ser seis capítulos.
No acabo de ver a Warren Brown liderando un equipo. Lo prefiero solo en Good Cop o mejor, de segundón de Luther. |
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