lunes, 21 de octubre de 2013

Brigada de Élite

Cuando los personajes están tan bien definidos que parece que se dirigen solos, el riesgo es que la trama haga aguas y al director le entren ideas raras en la cabeza. Eso es lo que le ocurre a Brigada de Élite (Gangster Squad en el original). Una historia de policías al margen de la ley poniendo orden en el hampa que se resquebraja por no pensar con detenimiento la sucesión lógica de acontecimientos en la segunda mitad de la película. Los personajes están bien, los actores se defienden, la idea es atractiva pese a estar sobada y la ambientación está conseguida. Lástima que algunas cosas, simplemente, no tengan mucho sentido.


Micky Cohen (Sean Penn) es un cabrón dispuesto a hacer de Los Ángeles su ciudad. Sobornará, intimidará y asesinará si es necesario. Escupirá a la cara a Chicago porque puede y se quedará con la chica más guapa porque nadie se atreve a decirle que no. Curiosamente, el Cohen de Sean Penn no parece disfrutar especialmente de la vida. Quizá sea porque muy pronto un grupo de policías mitad con el culo pelado y mitad medio verdes, pero todos con el gatillo más fácil, rápido y certero a este lado del Mississippi le empiezan a jorobar los negocios. Encima van a cara descubierta, no matan más que cuando es necesario y proclaman a su manera noir "Micky Cohen, hemos venido a joderte".

Así que hasta aquí todo bien. Policía incorruptible, pistolero legendario, chuleta emo-intenso, negro expeditivo, genio de la ingeniería e indio con ganas de demostrar se conjuntan rápido, son brutalmente eficaces y todavía tienen tiempo para esposas preocupadas, jefazos que condonan sus acciones y hasta chica guapa que levantarle al malo.

La chica guapa, por cierto, es Emma Stone. Y la brigada está comandada por el duro Josh Brolin y le ayudan a poner variedad y awesomio un inexpresivo Ryan Gosling y un veterano Robert Patrick, que clava uno de esos personajes agradecidos de viejo zorro. Otro nombre ilustre es el de Nick Nolte, que interpreta al jefe de policía que les da carta blanca. Así que por reparto que no quede.

La Brigada está equipada para petarlo, pero solo lo hacen al principio. Luego todo se vuelve... mierdoso.

Decía que los buenos arrasan con todo al principio, ¿no? Pero claro, el malo tendrá que hacer algo o esto en vez de una película va a ser un mediometraje en el que Cohen no va a parar de poner el culo. Así que preparan una trampa para los polis. Worst Trap Ever. O casi. Y lo que obtienes es un montón de matones muertos. Mal negocio, Micky, mal negocio. Pero calma, porque cuando no explicas las cosas, no hay razón para que no devuelvas los golpes. Tu asesino, que es un pro, se presenta en la secreta guarida de los buenos, se carga al pobre que está de guardia y a partir de aquí dejas que todo lo demás caiga como piezas de dominó. Porque una vez que el espectador detecta algo que no tiene sentido, nuestras tragaderas se ensanchan y ya nos da igual tres o tres mil.

Uno no puede evitar torcer el gesto a medida que el metraje avanza, la trama se resume en "atrapar a Micky Cohen como sea" y "como sea" se traduce en asaltar a sangre y fuego un edificio. Una de esas aproximaciones que esperarías en Los Mercenarios o quizá en la enésima ensalada de tiros de bajo presupuesto con, digamos, Steven Seagal. Pero no en Brigada de Élite, que se ha presentado con galas noir y ademanes de película de verdad.

Pero así es el cine. A veces las películas van mejorando conforme avanzan. Otras veces (la mayoría) se van desinflando. Una pena, porque los personajes merecían lucirse con un final a su altura y no con escenas de tiroteos a cámara lenta de esas que ruedas pensando en el tráiler pero que no tienen ningún sentido.

La sensación final es casi de haber desperdiado dos horas de tu vida viéndola, más por cómo va hacia abajo que por ser una total pérdida de tiempo. En cualquier caso, no hay nada en la recta final de la película que nos permita quitarnos el sabor a ascopena de la boca así que si te animas a verla, sabe a lo que te expones.

"¡Cohen, ríndete y ahórranos el sinsentido de final que hemos pensado rodar!". Pero el muy idiota no se rinde.

Indicaciones: Polis duros, ambiente noir, Thompson mágica de cargador infinito. Hay gente a la que le gusta Ryan Gosling, yo prefiero obviar la mediocridad de Sean Penn y quedarme con la belleza de Emma Stone. No la puede estropear ni actuando mal (que no es el caso).

Contraindicaciones: Toda película tiene que acabar con un ¡bang!, ¿no? DENIED! Sean Penn nos regala una actuación de fin de semana. Nick Nolte no pega un tiro en toda la película ni le rompe a nadie la cara. Inadmisible.

Interacciones: La Brigada del Sombrero tiene un planteamiento similar. Y Nick Nolte ahí sí que reparte. Los Intocables de Elliot Ness es la peli que Brigada de Élite quiere ser y no puede.

Efectos Secundarios: Aunque sea un cliché de la crítica cinematográfica... Tan fácil de ver como de olvidar. Y a punto estoy de poner "dirigida por el destajista de turno" y "pese a todo los actores son lo más potable del montaje".

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