Rayman Legends se presenta como un más de lo mismo con retoques y mejoras aquí y allá. Pero cuando "lo mismo" es heredar lo bueno de Origins, que era un alocado, desenfrenado y colorista plataformas 2D con un multijugador y un control impecables, qué más da. Rayman siempre me ha parecido el hijo que Mario y Sonic nunca tuvieron. Un juego que fomenta el avance rápido, pero nunca a expensas de perder el control de lo que estás haciendo y que además está repleto de zonas secretas, sentido del humor e increíbles detalles que redondean la experiencia. En esta nueva entrega, el equipo de Michel Ancel se ha superado. Primero, y lo más evidente, en el apartado gráfico. Pero además añaden nuevas mecánicas, prometen pantallas musicales que lleven las carcajadas a nuevas cotas y el diseño de niveles sigue haciéndote odiar y amar cada segundo de juego porque es relativamente sencillo pasar las pantallas, pero endiabladamente difícil completarlas con una alta puntuación. La demo de WiiU presenta tres niveles de mecánicas distintas. El primero es totalmente tradicional. De avance lateral y recolección de objetos. El segundo permite que el jugador con el Gamepad interactúe con el entorno, moviendo plataformas o chafando enemigos a través de la pantalla táctil, para ayudar en el avance de los demás jugadores. El tercero es un nivel musical donde el timing de salto y acción va ligado a la música. Quizás no sea un juego para todo el mundo. Pero negar su calidad es una locura solo comparable a no darle una oportunidad a su demo.
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