lunes, 15 de abril de 2013

Detective Vagancia

El anime tiene en mí el extraño efecto de hacer que me interese por tramas y enfoques narrativos a los que jamás daría una oportunidad en otros formatos. Hyouka es la historia de un vago estudiante con un gran talento deductivo y su grupo de amigos disfuncionales. Los misterios más mundanos encuentran su solución, poco a poco conocemos a los personajes y descubrimos sus miedos y anhelos de esa manera tan contenida y japonesa.


Casi todo lo que Hyouka tiene para que yo lo alabe, puede muy fácilmente estar en la columna de “contras” para otra mucha gente. Lo único en lo que no existe discusión es en la factura técnica del anime, que durante sus 22 capítulos presenta una animación impecable, una banda sonora efectiva, unos recursos narrativos sorprendentes y un gusto por el detalle que la hace, a mis ojos, irreprochable.

Aunque con frecuencia he declarado que no me resulta fácil de explicar por qué me gusta Hyouka, lo cierto es que es bastante sencillo: Tiene los atractivos de una serie procedimental convencional comprimidos en 20 minutos con el añadido de ser una historia protagonizada por adolescentes que aunque comienzan como estereotipos (el vago con talento, la empollona cute, el perejil de todas las salsas y la hiperactiva insatisfecha es una descripción tan válida como cualquier otra) acaban revelándose como personajes que pese a sus marcados rasgos de personalidad tienen mucho fondo. Añadamos a estos elementos la no ya inevitable, sino esperada y sutilmente desarrollada tensión sexual entre los jóvenes y obtenemos un cóctel delicioso.

Personajes tan distintos por fuerza han de dar juego. Y además son divisibles en parejas...

Parte de su atractivo radica en que cada capítulo conforma un todo donde no se diferencian las partes. No son exactamente casos que se resuelven mientras entre los personajes ocurren cosas. Tampoco sucede al revés. Es una mezcla aparentemente natural entre ambas vertientes, donde siempre parece haber tiempo para lo uno y para lo otro. Y siempre en el momento preciso para hacer avanzar el capítulo y la metatrama de los personajes.

Otro de los grandes aciertos que me enamoraron de Hyouka es que sus personajes tienen ese rasgo tan habitual del anime en el que pese a ser adolescentes, poseen la capacidad intelectual de pensar sobre sí mismos y el mundo que les rodea de manera más preclara e independiente de lo que uno esperaría de alguien de 15 años. Los pequeños detalles, las miradas, lo no dicho, se convierte capítulo a capítulo en la clave visual de las relaciones interpersonales. El miedo al rechazo y a sufrir por abrirse a los demás; la contención y el respeto al otro, componen la base puramente argumental de la metatrama de los personajes.

La irrelevancia de los misterios contrasta con las profundas decisiones vitales a las que hacen frente los personajes.

En el aspecto frío y analítico, podemos dividir el anime en 3 partes, si es que nos va eso de separar y diferenciar. El primer tercio se centra en capítulos autoconclusivos donde sobre todo se nos presenta a los personajes y sus rasgos de personalidad mientras se resuelven los primeros casos. El segundo segmento se compone de tramas que se expanden entre cuatro y seis capítulos y el tercer segmento de nuevo vuelve a los capítulos stand alone donde centrarse básicamente en un personaje o bien en las relaciones entre dos de ellos.

De toda la serie, estos últimos son los que me han dejado mayor huella. Quizá yo soy un poco infantil y me siento identificado con estos quinceañeros. Quizá ellos actúan de manera demasiado adulta para su edad facilitando esa identificación. Yo soy de la opinión de que este anime aborda cuestiones que son comunes a todas las personas, como las relaciones personales o las decisiones que hay que tomar respecto al rumbo de la propia vida. Y donde la edad es irrelevante. Son cuestiones que hay que dilucidar cuando se presentan, ocurran cuando ocurran en el ciclo vital de cada uno. Por eso Hyouka puede generar un torrente de recuerdos. A otros les puede picar la curiosidad porque todavía no se le han presentado tales dilemas. Pero nadie que este vivo se sentirá ajeno a las tribulaciones de este cuarteto ejemplar.

A veces los endings se permiten licencias que dan las claves de lo que ocurre de tapadillo en el anime.

Indicaciones: Fans de los detectives. Apreciadores de las sutilezas. Peregrinos a la dura búsqueda de la mezcla perfecta entre lo procedimental y lo personal.

Contraindicaciones: Zafios de lo obvio. Cabezacuadradas del "los dibujos son para niños". Yonquis de la acción anime en vena.

Interacciones: No tengo ni idea. Para mí, de momento, es única en su especie. E Internet tampoco me ha proporcionado una respuesta satisfactoria.

Efectos Secundarios: Magnificar sus virtudes y minimizar sus defectos (que alguno tiene). Dudas sobre si volverla a ver, por si un segundo visionado estropea la experiencia o no es tan buena como te pareció la primera vez. Pro tip: Si la ves de nuevo apreciarás más los detalles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario