La primera apuesta por la producción propia de Netflix es un drama sobre el ajuste de cuentas político de Kevin Spacey, que interpreta con su solvencia y carisma habitual al "Majority Whip" del Congreso. Él es el encargado de que cada congresista vote lo que dicta el partido. Tras trabajar activamente por la elección del recién nombrado presidente, se le niega el puesto de Secretario de Estado que le habían prometido. Es entonces cuando decide usar todo su poder e influencia para vengarse, pero manteniendo las apariencias. En esa tarea tiene el apoyo de su ambiciosa y rompebolas amante esposa y además establece una delicada relación como fuente de una joven periodista con ganas de alcanzar notoriedad. La calidad técnica queda fuera de toda duda, pues es el productor David Fincher quien se encarga de dirigir el piloto de este remake de una miniserie británica del año 90, basada a su vez en una novela. Promete ser un apasionante viaje por ver si Spacey logra salirse con la suya o si finalmente conseguirán pararle los pies.
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